En un sector de la arquitectura mundial, a menudo impulsado por una "carrera hacia la cima", las estructuras más altas frecuentemente ganan la aclamación mundial; sin embrgo, hay algo más que ser simplemente el edificio más alto. El Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH, por sus siglas en inglés) ha seleccionado al ganador en la competencia por el aclamado título de Mejor Edificio Alto del Mundo.
Desarrollos de todo el mundo, asociados a todas las zonas geográficas del planeta fueron seleccionados para entrar a tan magna competición; fueron estos el edificio Blight Street, de Sydney, en la región de Australia y Asia (primer edificio rascacielos verde de Australia; diseñado por las firmas de arquitectura: Architctus and Ingehoven Architekten); el edificio Absolute Towers, ubicado en Mississauga, Canadá para la región de las Américas (edificación compuesta por dos torres circulares curvilíneas, diseñada por la compañía china de arquitectura MAD); el edificio Lombardía Palazzo, en Milán Italia, para la región Europa (en la actualidad, el rascacielos más alto de la ciudad de Milán), y la Torre Doha, en Doha para la región del Medio Oriente y África.
Durante el prestigioso programa de premios, el jurado encargado en hacer la selección del mejor de los edificios altos, en esta ocasión, no solamente se enmarcó en la altura de los edificios, sino que evaluó otros aspectos de innovación, la importancia cultural y el diseño arquitectónico ambientalmente responsable; es ahí donde resultó la Torre Doha el Mejor Edificio Alto del Mundo.
El presidente de Cook+Arquitectos Fox, Richard Cook, refiriéndose al premio, plantea que el edificio estéticamente establece enlaces funcionales y agradables a la vista, entre lo tradicional y lo cultural, de lo más significativo de la arquitectura en Qatar; también implementa una manera de reducir el consumo de energía en el interior de la edificación, captando energía térmica de origen solar. Al respecto, refiere Cook dice que: "La piel (fachada) del edificio es una hermosa expresión de la cultura local, que interconecta la modernidad de la edificación con los antiguos diseños islámicos". Comenta además que "también proporciona un modelo fantástico de iluminación al interior del edificio, que de manera eficiente se amortiguan con las ganancias del calor interno de los rayos solares". Por otra parte, Anthony Wood, Director Ejecutivo de CTBUH reconoce que la eficiencia del edificio, va más allá de las ganancias de energía, sino también del uso inteligente del edificio de concreto armado.
Aunque los elementos tecnológicos, el diseño integral, la eficiencia energética y la promoción de la construcción como edificio verde, fueron elogiados, ninguno de estos aspectos fue reconocido más que la contextualización cultural y geográfica de la construcción, lo que permite que se destaque como un icono nacional.
"La Torre Doha es un excelente ejemplo de una torre moderna eficiente, que se inspira en la cultura local y en el entorno", dice Wood. "En una época de torres lisas homogeneizadas a nivel mundial, la Torre Doha está completamente arraigada a su sitio. No es un icono específico que se podría edificar en cualquier ciudad del mundo":
La Torre Doha (Diciembre 2012). Construcción y tecnología en concreto 9 (2), 12.
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